Normalmente cuando un padre o una madre discuten con su hijo pequeño todo queda en una momentánea rabieta que se soluciona tras unos minutos, no sin antes ver como el niño ha soltado alguna que otra lágrima tras permanecer encerrado en su cuarto. También podemos encontrarnos con otra situación muy diferente y el mejor ejemplo nos llega desde Estados Unidos, donde ha sucedido un episodio de lo más surrealista.
Leer más: caranddriver
Be the first to comment