La monja quiso enseñarle a un niño de siete años sobre el dolor que padeció Cristo cuando fue crucificado y para ello le clavó una aguja en la mano, informaron medios estadounidenses.
La hermana Ludovita, de 30 años, quien da clases en una escuela del pueblo de Kysucke, Nove Mesto, norte de Eslovaquia, llamó al pequeño al frente de la clase para realizar su demostración práctica.
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