A Manolo Pineda, un pensionista con 43 años de trabajo a sus espaldas, le van a crujir este mes por dar el cante en mitad de la calle. Le va a costar 331 euros su mala reputación (la canción, claro) porque así lo impuso la Delegación del Gobierno en Extremadura y porque así se ha encargado de ejecutarlo la Agencia Tributaria.
Fuente y leer más: eldiario
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