El párroco de Pazos de Borbén (Pontevedra), víctima de un asalto a su casa en enero de 2013, ha destacado hoy el «trato exquisito» de los tres ladrones, pero les ha reprochado que le mintieran diciendo que necesitaban el dinero cuando en realidad «se fueron de putas» a un club en el que pagaron con su tarjeta.
El cura Jaime González, citado como testigo para el juicio que se iba a celebrar este martes en la Audiencia de Pontevedra y que se ha resuelto con un acuerdo de conformidad, ha detallado a la prensa que los asaltantes no tuvieron «una mala palabra» ni «un mal gesto» con él, e incluso uno de ellos, al despedirse, le besó la frente.
Fuente y leer más: elmundo
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