El delegado del Gobierno en Murcia, Joaquín Bascuñana, que viajaba como copiloto en un coche tras estar en las fiestas de su localidad natal, Molina de Segura, se ha negado a identificarse y ha pedido a gritos a un agente que se cuadrara en su presencia en un control de alcoholemia.
Eran ya cerca de las dos de la madrugada cuando el coche en el que viajan el delegado del Gobierno y su mujer, acompañados de otra pareja, se topó con un control de alcoholemia. La Guardia Civil lo había montado en la rotonda de Isla Grosa, en la N-301, más conocida como la ‘antigua carretera de Molina’.
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