El propietario de un restaurante chino en la provincia de Shaanxi ha confesado a la policía cuál era el ingrediente secreto que hacía que sus clientes volvieran una y otra vez: opio (de donde sale la morfina). ¿Y cómo aceptó confesar? Tampoco es que estuviera loco de ganas de hacerlo pero las pesquisas llevaron hasta su restaurante cuando uno de sus clientes dio positivo en el test anti droga que le hicieron en un control de tráfico.
Fuente y leer más: Amenzing
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