La historia de Conchi y siete jóvenes más, con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, parece sacada de una comedia de televisión, aunque se trata de un hecho verídico. Los hechos ocurrieron en la madrugada de este pasado jueves, sobre las dos de la mañana. Como todos los días, se reunían en la calle Rivas Fernández, próxima a la Iglesia de la Purísima, para charlar distendidamente mientras tomaban «el fresco». Cuatro chicos estaban jugando animadamente al parchis, mientras que Conchi y sus amigas hablaban de sus cosas. De repente aparació la Policía Local de Málaga, y para la sorpresa de los ocho, les pidieron la documentación a cada uno de ellos.
Fuente y leer más: 101tv
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