¿Quién no se ha meado alguna vez en la piscina? El ingeniero ambiental Ernest R. Blatchley de la Universidad de Purdue (EE UU) ha confirmado que el cloro (Cl) que se usa para desinfectar el agua se combina muy bien con el ácido úrico (C₅H₄N₄O₃) y originan dos sustancias tóxicas: el cloruro de cianógeno (CNCl),que en el pasado se ha llegado a utilizar como un agente en la guerra química, y la tricloramina (NCl3), que perjudica el sistema respiratorio y produce irritaciones en la piel y los ojos.
Fuente y leer más: Publico.es
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