Un hospital en la ciudad francesa de Clermont-Ferrand abrirá un bar de vinos donde los enfermos terminales puedan disfrutar con sus familias de una copa o dos «con supervisión médica».
«¿Por qué deberíamos negar los placeres terrenales a aquellos que están en el final de sus vidas? Nada justifica tal prohibición», dijo en un comunicado el Centro Hospitalario Universitario Clermont-Ferrand. La directora del centro, la doctora Virginie Guastella, dijo que los pacientes terminales tienen derecho a «disfrutar».
Fuente y leer más: Publico
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