Desde que se conociera la nueva imputación de la Infanta Cristina, los movimientos han sido de lo más rápidos entre los Duques de Palma, sus abogados y Casa Real. De nuevo, como cuando se conoció la primera imputación de la Infanta, replegaron filas y enseguida el Rey conseguía queMiquel Roca fuera el abogado de su hija y que se la desimputara.
Las pasadas Navidades, volvía a cernirse la sombra de la imputación, por unos gastillos pagados de las cuentas de Aizoon -viajes, juegos para la play, viajes, cosas de casas, clases de baile- que acabaron siendo blanqueo de capital y fraude fiscal. La «reimputación», por parte deljuez Castro, llegaba comido el roscón este 7 de enero.
Los Duques se hicieron invisibles en Ginebra, los niños justo se encontraban semana de vacaciones aunque tenían unas actividades deportivas y la pequeña Irene salió más tarde que sus hermanos con una maleta paqueña. Las medidas de seguridad se incrementaron y la policía y los escoltas comenzaron a pedir documentación a los periodistas apostados allí.
Fuente y leer más en la exclusiva de Europa Press
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