Un hombre australiano residente en Tasmania que colocó una videocámara en la cocina para intentar filmar fantasmas se ha llevado estos días un gran chasco.
No nos referimos a que no consiguiera su objetivo (de fantasmas nada) sino que al repasar las imágenes captadas pilló a su novia de 28 años montándoselo con su hijo (de él) de 16.
No nos queremos imaginar la cara que se le quedó a este australiano que tras ver las imágenes llamó a la Policía.
Y es que según podemos leer en el diario local The Hobart Mercury, la mujer está acusada por la justicia de ese estado de mantener relaciones sexuales con un menor.
Fuente y leer más: Diario Qué!
Be the first to comment